Piden acereros mayor agilidad en procesos dumping
11 de agosto de 2015.- Las resoluciones para aplicar sanciones de prácticas indebidas en comercio internacional en México son muy lentas, llevan periodos demasiado largos que dañan seriamente a la industria, señalaron directivos del sector.
“Los tiempos pueden ser más ágiles y eficaces”, dijo Juan Antonio Reboulen, director de relaciones institucionales de Deacero.
La semana pasada Deacero obtuvo una resolución a su favor contra la importación de cables de acero (presfuerzo) originarias de China, España y Portugal, en el cual la Secretaría de Economía determinó continuar el procedimiento de investigación en materia de prácticas desleales de comercio internacional, en su modalidad de discriminación de precios, e impuso cuotas compensatorias provisionales
La resolución publicada en el Diario Oficial de la Federación, señala que para las importaciones originarias de China, el arancel es de 147.04%; para las importaciones originarias de España, de 14.49% para las provenientes de Global Special y de 28.62% para las demás empresas exportadoras, y para las importaciones originarias de Portugal, de 45.13 por ciento.
“Valoramos las resoluciones a favor de la industria pero no son suficientes para detener el tsunami de productos chinos”, expresó.
Por ello explicó que han pedido salvaguardas temporales y están trabajando con la Secretaría de Economía para conformar un grupo de trabajo para revisar algunos cambios pertinentes a la ley para hacerla más ágil.
“Lo que buscamos es que sea más ágil y ofrezca mayor certidumbre en la aplicación de la ley”.
Reboulen refirió que desde julio de 2013 detectaron el problema e iniciaron procedimientos, y fue hasta el 30 de septiembre de 2014, cuando Deacero junto con Aceros Camesa les fue aceptada la solicitud del inicio de la investigación administrativa por prácticas desleales de comercio internacional.
Y la resolución preliminar y aplicación de cuotas se resolvió el 6 de agosto, es decir el proceso duró poco más de dos años, tiempo en el cual el mercado se inunda de productos y no hay un arancel retroactivo.
Por César Sánchez