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En julio ampliación del AICM, primera obra a ICA y gobierno colocará Dlls $5000 millones

26 de mayo.- Si todo sale conforme a los planes del gobierno federal, el próximo mes de julio el presidente Enrique Peña Nieto hará el anuncio formal de la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en la zona de Texcoco.

Aún faltan muchos detalles por amarrar antes de definir a la empresa encargada del diseño arquitectónico e ingeniería de detalle de la nueva terminal, ya que hay muchas etapas anteriores por cubrir y que deben ser llevadas a cabo con un método bien estructurado.

De modo que los siete despachos de arquitectura e ingeniería que concursarán (firmas mexicanas e internacionales que se han unido para colaborar en este esfuerzo) tendrán todavía bastante tiempo para seguir conociéndose y desarrollando sus prospectos para consorciarse.

Los pobladores de Atenco no tendrán que vender un solo metro de tiera, pues toda la superficie que se destinará a las obras de recuperación hidráulica, ecológica y de nueva infraestructura aeroportuaria están ya bajo el dominio y propiedad del gobierno federal.

En ese sentido, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que encabeza David Korenfeld, ya está realizando las obras de reordenación hidráulica para evitar que la zona se hunda y provoque inundaciones hacia las zonas pobladas aledañas al megaproyecto.

Dichas obras tendrán un costo de cinco mil millones de pesos y son muy urgentes, incluso sin aeropuerto, pues es sabido que ante la caída de trombas y copiosas lluvias las zonas de Ecatepec, Neza, Chimalhuacán y otros municipios conurbados sufren inundaciones.

En ese sentido, la Conagua tiene considerado un gran plan de rescate hidrológico y ecológico para preservar más áreas verdes y de lagunas, así como desviar los desagües hacia el drenaje profundo, el cual también será remozado para que no exista el menor peligro de inundación.

Por otro lado, se realiza a marchas forzadas el Plan Maestro del Aeropuerto, es decir: el número de pistas y su orientación final, así como edificios terminales y otras instalaciones que se tendrán hasta la máxima capacidad.

La primera fase se va financiar con la Tarifa de Uso de Aeropuerto que cobra el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), a cargo de Alfonso Sarabia, que aumentó en la segunda semana de enero. Son dos mil 700 millones de pesos los que ingresarían este año.

Posteriormente la SCT, que comanda Gerardo Ruiz Esparza, va efectuar una colocación de deuda en los mercados internacionales con miras a obtener unos cinco mil millones de dólares más. Todo indica que BBVA-Bancomer, que lleva Vicente Rodero, será el agente financiero. 

Mucho antes los despachos de arquitectos, y que ya han hecho su primer acercamiento con las autoridades, presentarán sus propuestas de diseño que serán sometidas a concurso para que se elija la que mejor convenga. 

Una vez que se seleccione esa propuesta ganadora se iniciará el proyecto ejecutivo y luego de que se entregue se podrá iniciar la construcción. Es decir, aún faltan muchas etapas por concluir para poder iniciar el aeropuerto propiamente dicho. 

Pero esto no significa que no se inicien trabajos. De hecho, en las más de siete mil hectáreas que el gobierno federal tiene destinadas para la recuperación ecológica y la reordenación hidrológica, ya se están haciendo cosas concretas. 

Ya existe un plan de saneamiento de la cuenca y desvío de los drenes, así como el trazado de los nuevos vasos de regulación que por lo que se sabe será asignado al Grupo ICA, que preside Bernardo Quintana.

De tal forma, pues, que el proyecto va adelante y sólo falta que se terminen los detalles para que el presidente de la República lo anuncie, lo que se reitera deberá ser en julio próximo.

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