INTERNACIONALES

Preocupa a líderes acereros la falta de política industrial y dependencia de commodities

Sao Paulo, Brasil. 07 de octubre de 2013.- América Latina debe impulsar el desarrollo del sector industrial para romper la dependencia regional en las materias primas, señaló Benjamín Baptista Filho, Presidente de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).

Entre el 6 y el 8 de octubre de 2013, se reúne en Sao Paulo, Brasil, el Congreso Worldsteel-47, con los representantes más notables de la industria del acero a nivel global.

En uno de sus paneles, dedicado a América Latina, participaron Benjamín Baptista Filho, Presidente de Alacero, André Gerdau Johannpeter y Daniel Novegil, Director de Ternium.

Benjamín Baptista abrió el panel mostrando preocupación por la fuerte dependencia de la economía latinoamericana en las exportaciones de materias primas, cuyas negativas consecuencias se hacen notorias cuando los precios de las mismas caen; un fenómeno que se observa actualmente tras la desaceleración de la demanda china.

En sus palabras, “esto podría significar el fin de los años dorados para América Latina”.

Por eso, “el desarrollo del sector industrial es el camino para romper la dependencia regional en las materias primas”, agregó luego.

Con respecto al acero, Benjamín Baptista evaluó que, ante la sobrecapacidad instalada a nivel global, la capacidad en la región se encuentra bajo control, e incluso se ha mantenido sin crecimiento desde 2010, debido al incremento de la importación que, en el caso de algunos países, describió como un verdadero “tsunami”.

Lo que más preocupa es que este incremento de las importaciones está disociado del crecimiento de la demanda local. “La situación es preocupante. Las importaciones suplen el 28 por ciento de la demanda local de acero, y de eso, casi un cuarto proviene de China. Muchos productos llegan a América Latina en condiciones de comercio desleal y complican la situación competitiva de los productores locales”.

En 2013, la demanda crecerá sólo 1.5 por ciento, muy por debajo del 4 por ciento esperado en abril pasado.

Daniel Novegil, por su parte, se enfocó en el proceso desindustrializador que ha marcado la historia de América Latina durante la última década y sus consecuencias sobre las economías de la región.

“Frente a otras economías como Corea de Sur o China en las que el sector manufacturero representa el 30 por ciento del PIB, en América Latina éste sólo da cuenta del 15 por ciento del PIB de la región.” (Cifras para el año 2012).

“Entre 2005 y 2012, las exportaciones de productos metalmecánicos de América Latina a China se mantuvieron estables, en unos 4 mil millones de dólares. Sin embargo, las importaciones desde ese país a la región se multiplicaron 3.5 veces, pasando de 21 mil millones de dólares a 86 mil millones de dólares.

Al revisar las importaciones de acero, la cifra es aún más marcada. Las importaciones crecieron 17 veces entre 2005 y 2012.”, mostró Novegil.

En su presentación enfatizó el rol de la inversión como motor de avances en infraestructura y la formación de una base industrial sobre las cuales las sociedades pueden prosperar y desarrollarse.

Novegil comparó el crecimiento de la inversión en América Latina durante la última década con el acontecido en otras economías.

 

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