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Cierre de EUA a europeos ¿muro epidemiológico o sanción comercial?

12 Mar 2020.- El presidente estadounidense, Donald Trump, azoró este miércoles al mundo al colocar a 26 países europeos al mismo nivel de Irán o China y prohibir los vuelos desde esas naciones, en una decisión con más sabor a represalia comercial que a medida epidemiológica contra el Covid-19.

Le tomó escasos 11 minutos anunciar sus decisiones contra la nueva cepa de coronavirus que se aguardaban desde este martes, y en cuya espera jamás se filtró el golpe contra Europa, a la cual pareció cobrarle agravios donde solo se salvó su segundo aliado favorito: Reino Unido, solo superado por Israel.

El más reciente «agravio» es la pretensión europea de cobrar impuestos a las grandes empresas tecnológicas que, afirma Washington, son en realidad un ataque a su economía, sus empresas y su productividad, pues la gran mayoría son estadounidenses: Amazon, Google, Facebook.

Esta pretensión en realidad busca que ahí donde se generen ingresos se paguen impuestos, y existe un equipo de trabajo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que la estudia para aplicar los gravámenes.

Pero es la Unión Europea, específicamente Francia, la que va a la vanguardia de este proyecto, con España apenas el mes pasado aprobando la aplicación de una tasa que concreta el impuesto tecnológico, y Canadá tentado de seguir el mismo camino.

Otro gran tema en la relación transcontinental entre Estados Unidos y Europa es el costo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), surgida tras la II Guerra Mundial para defender a los vencedores occidentales de esa conflagración.

La Alianza Atlántica, como también es conocida, no ha tenido que cumplir su objetivo, aunque su artículo de defensa mutua (te atacan, te apoyo) fue invocado para invadir Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Hasta ahora la alianza militar parece haber servido para disuadir primero a la Unión Soviética, y ahora a su heredera Rusia, de acosar a Europa más que de defender a Estados Unidos, y quizá de ahí parte la queja de Trump: pagamos mucho, demasiado, casi todo, ha dicho.

Pero el sitio worldbeyondwar.org aclara que en realidad Washington paga solo el 22 por ciento del costo de la OTAN y precisamente desde 2001 la entidad militar ha asentado su costo económico en vidas europeas, pese a que los objetivos son de interés mayoritario estadounidense: Afganistán, Irak, Siria, Libia…

Esas invasiones se le revierten ahora a Europa en forma de migrantes que huyen del terror de la guerra y que tocan las puertas eurocomunitarias, sin que se abran.

En todo caso, la OTAN avanza en una reorganización presupuestal para hacer que sus miembros paguen más, mediante la inversión de al menos dos por ciento de sus productos internos brutos (PIB) en gasto de defensa, y de ahí a la Alianza Atlántica.

Y si las perspectivas de que ese objetivo avanzara en su cumplimiento eran poco halagüeñas con la alicaída economía mundial, dañada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ahora lo son menos aún, con la situación generada por el Covid-19.

La sensación de represalia comercial más que de valla epidemiológica de la reciente medida de Trump se fortalece cuando el único país europeo exentado de que sus nacionales entren a Estados Unidos reportaba este mismo miércoles 460 casos confirmados de Covid-19 y ocho decesos por esta causa.

Pero, además, el secretario británico de Salud, Matt Hancock, dijo que la parte más alta del brote en el país se espera para dentro de dos meses, cuando la medida estadunidense habrá tenido un mes de finalizada.

Reino Unido, para Trump, es un aliado tan consentido como Israel, y desde luego que le dio su apoyo para salir de la Unión Europea. Con la exención a la medida dictada este miércoles así lo confirma, al igual que con la futura negociación del tratado comercial que le ha prometido.

Pero aún quedan potenciales víctimas o beneficiarios colaterales de la medida de prohibir el ingreso a Estados Unidos de quienes hayan estado en los anteriores 14 días a su deseo de entrada en 26 países europeos.

Canadá y México podrían convertirse en sitios de espera de esos 14 días para europeos ansiosos de entrar a Estados Unidos, pero en una especie de lotería que podría generar riesgos de contagios de Covid-19, todo sin olvidar los daños a las ya golpeadas aerolíneas internacionales.

(Notimex)

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