Colaborador Invitado

Expansión monetaria y posible guerra de divisas

La depreciación del yen ha suscitado especulaciones sobre una guerra de divisas.

 

A partir de la crisis del 2008 las autoridades monetarias alrededor del mundo han implementado políticas monetarias expansivas, con el objetivo de impulsar el crecimiento de sus economías. En particular el balance de la Reserva Federal acumula un crecimiento aproximadamente de 220% a partir de la crisis, ubicándose en un máximo histórico superior a los 3 billones de dólares, llevado a cabo mediante inyecciones de liquidez al sistema, conocidas como rondas de alivio monetario.

Otras autoridades monetarias, como el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo también han incrementado sustancialmente sus balance en alrededor de 350 y 98%, respectivamente. Asimismo, uno de los países con mayor compromiso para impulsar la relajación monetaria en su economía es Japón, debido a la recesión económica y constante deflación a la que se enfrenta. Inclusive el objetivo de inflación en esa economía se movió de 1 a 2%  y  programó una compra ilimitada de bonos para el siguiente año.

Cabe destacar que uno de los efectos de la relajación en la política monetaria es la depreciación de la divisa, ya que al haber más liquidez se hace menos escasa. Además, disminuye la tasa de interés incentivando el crecimiento y la inversión, al mismo tiempo que se incrementan las exportaciones netas como consecuencia de la depreciación en la moneda.

De esta forma las políticas acomodaticias de los países, sobre todo de los desarrollados, han generado movimientos cambiarios importantes, algunos inclusive tratando deliberadamente de depreciar la moneda para incrementar sus exportaciones, como en el caso de Japón, en donde se espera que el yen empiece eventualmente a depreciarse. Como consecuencia se habla nuevamente de una guerra de divisas, ya que algunos países se verán afectados por las depreciaciones en el yen, sobre todo ante el actual entorno global en donde existen riesgos importantes en el crecimiento económico.

En realidad es baja la probabilidad de que suceda una real guerra de divisas y no es la primera vez después de la crisis que surgen especulaciones al respecto. En octubre del 2010 se hablaba de una posible depreciación masiva de las divisas, cosa que no ocurrió. Sin embargo, las consecuencias serían tan graves que es un tema que el G-20 se espera discuta en la reunión que sostendrá esta semana.

 

Gabriela Siller Pagaza, PhD, Director de Análisis Económico Financiero de Banco Base

gsiller@bancobase.com

 

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