Piden equilibrio entre competitividad, contenido nacional y obligaciones internacionales

13 de junio de 2014.- El Grupo de Trabajo de Energía del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), pidió que haya un equilibrio entre competitividad, fomento de nuevos jugadores mexicanos y obligaciones internacionales, entre otros puntos de las leyes secundarias de la Reforma Energética, que actualmente se discuten en las Comisiones Unidas de Energía y Estudios Legislativos del Senado.

En el documento “Apuntes sobre las iniciativas de leyes secundarias de la reforma energética” que publicó Comexi, señala que la iniciativa de reformas a las leyes secundarias se ha propuesto metas progresivas para la incorporación de productos y servicios de contenido nacional.

“Dicha medida debe ser útil para la generación de nuevas cadenas productivas”, indica el documento; sin embargo la experiencia internacional demuestra que el uso de un porcentaje mínimo de contenido nacional, no da buenos resultados si la política pública no está diseñada o no se acompaña por otras medidas complementarias.

“Más aún, mal diseñada también puede resultar contraria a las obligaciones internacionales de México”, advierte el documento, que refleja la visión consensuada de los integrantes del Grupo de Trabajo de Energía, emitida a título personal, por lo que Comexi señala que su posición es neutral e independiente.

El documento refiere que sería conveniente complementar dicha propuesta, señalando el objeto de medición, es decir que se aclare qué se mide cuando se menciona un contenido nacional de 25 por ciento.

Aunque estima que la Reforma incrementará dicho contenido en el porcentaje estimado o más, medido como actividad económica y generación de valor agregado nacional, si se realiza de esta manera se establece un objetivo de generación de oportunidades, crecimiento para empresas y regiones y se favorece la integración a cadenas globales de producción.

“La alternativa sería definir el 25% en términos de insumos directos, y por ende partes y contribuciones. Desde la perspectiva del Comexi, la medición de actividad económica es más eficaz, dado que es más transparente, requiere menos burocracia y ha dado mejores resultados”, indica el documento.

Cita la experiencia de Brasil como una lección. En ese país se establecieron objetivos muy altos medidos en insumos que provocaron inflación en la industria, se obstaculizó la ejecución de proyectos, no se incentivó la inversión por la burocracia y se redujo el flujo de talento de ingenierías.

Por el contrario, en Canadá y Noruega se realizó una medición por actividad económica lo que permite orientar las políticas públicas de fomento a las cadenas productivas nacionales.

“México debe armonizar los criterios de contenido nacional con la vocación de libre competencia reflejada en nuestros tratados internacionales”.

“El modelo mexicano de contenido nacional podría ser aún más exitoso si además avanza decididamente en la implementación de estándares y certificaciones homologadas o referenciadas a parámetros internacionales”, considera el Grupo de Trabajo de Energía.

La homologación con estándares internacionales (ISO, API, etc.) maximiza las economías de escala, y así los proveedores nacionales tienen la oportunidad de exportar a otros mercados, esto reduce el costo de operar en México y “pueden emerger como un atractivo a la inversión”.

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Lourdes Flores F.