Prevé Crédito y Caución que la recuperación mundial se acelere en 2014
Madrid, 21 de noviembre de 2013.- De acuerdo con el último Economic Outlook difundido por Crédito y Caución, el crecimiento económico mundial se acelerará en 2014 impulsado por la suave recuperación económica de Estados Unidos y la moderación de la crisis en la zona euro.
Las previsiones del informe sitúan el crecimiento global para el próximo año en el 3.1 por ciento, siete décimas más de lo esperado para 2013. La expansión de Estados Unidos alcanzará el 2.6 por ciento y la zona euro pondrá fin a dos años de contracción con un crecimiento del 0.9 por ciento.
Austria y Alemania serán los motores de ese crecimiento europeo, con tasas en el entorno del 1.8 por ciento. Grecia será el único mercado de la zona euro claramente en contracción en 2014 mientras España, Portugal, Italia y Países Bajos, que han retrocedido en 2013, podrían cambiar de signo en 2014, aunque con niveles aún muy bajos de crecimiento.
Frente a la buena evolución de los mercados avanzados, el crecimiento esperado en los mercados emergentes seguirá moderándose, aunque se mantendrá relativamente firme.
China e India tendrán difícil mantener sus ritmos vertiginosos de los últimos años, pero el conjunto del sudeste asiático crecerá un 6.3 por ciento en 2014. Más suave será la evolución de América Latina, 3.3 por ciento, y Europa del Este, 3.1 por ciento. La evolución de los emergentes está marcada por la salida de capitales, especialmente intensa en mercados como Turquía y Brasil.
No obstante, los emergentes han mejorado su situación financiera en la última década y deberían ser capaces de resistir condiciones monetarias más restrictivas.
Este escenario de recuperación previsto por Crédito y Caución es aún frágil, y podría verse afectado por una reducción del crecimiento más intensa de lo esperado en los emergentes, el estancamiento político estadounidense en torno al déficit o la ralentización de la unión bancaria europea.
Aceleración del comercio mundial
En este entorno de crecimiento económico, también se prevé una aceleración del comercio mundial hasta el 4.5 por ciento, una tasa sensiblemente superior al 1.9 por ciento de 2012 y 2013.
Según el informe difundido por Crédito y Caución, España y Portugal están en muy buena posición para aprovechar este incremento de la actividad comercial internacional.
El mercado ibérico ha registrado una evolución histórica de sus exportaciones a lo largo de los últimos tres años y medio de crisis, con un crecimiento acumulado del 24 por ciento en Portugal y el 23 por ciento en España.
Esta evolución es fruto, principalmente, de la mejora de la competitividad a través de ajustes salariales. Estos dos países muestran la mayor reducción acumulada de los costes laborales unitarios de la eurozona en los últimos tres años y medio, que también es significativa en Irlanda e Italia. Alemania muestra una reducción marginal, mientras Países Bajos y Bélgica han perdido competitividad salarial.
En línea con esta mejora de las condiciones económicas, el entorno de insolvencia empresarial también mejorará en 2014 de forma global, tras un 2013 marcado por el empeoramiento en muchos países.
Crédito y Caución espera que esta mejoría sea especialmente intensa en Estados Unidos, Reino Unido y los países nórdicos. En la zona euro, las insolvencias tienden a estabilizarse. El crecimiento previsto para 2014 es de sólo el 0.9 por ciento frente al 6.8 por ciento registrado en 2013.
En los países periféricos, como España, las insolvencias crecerán cerca del 2.5 por ciento tras superar el 11 por ciento en 2013.
La evolución reciente del riesgo país percibido por el Grupo Atradius en los diferentes mercados del mundo también muestra más mejorías –trece, algunas tan significativas como Rusia, Perú, México, o Sudáfrica– que empeoramientos –ocho, entre los que destacan Chipre, Eslovenia, Egipto y Argentina–. Un deterioro de este indicador estratégico de estabilidad, que cubre una amplia gama de factores tales como la situación política, el riesgo de conflictos armados y la situación financiera soberana, puede impactar en la capacidad de las empresas para cumplir con sus obligaciones de pago transfronterizo.