Colaborador Invitado

El desempeño del oro durante el año

 

Por Gabriela Siller

 

Aunque el 2018 estuvo caracterizado por incertidumbre política y comercial, así como por escenarios que impulsaron la volatilidad y aversión al riesgo en los mercados financieros globales, el precio del oro se perfila para terminar el año con pérdidas. Hasta noviembre, el precio del metal precioso disminuyó en 6.18% o 80.55 dólares por onza y tocó un precio máximo de 1,366.18 dólares por onza el 25 de enero y un mínimo de 1,160.27 dólares por onza el 16 de agosto.

En el año, las presiones a la baja para el precio del metal precioso estuvieron relacionadas con la expectativa de mayores tasas de referencia de la Reserva Federal. Dicha expectativa estuvo vinculada con el fortalecimiento económico de Estados Unidos y la mejor dinámica del mercado laboral del país. Lo anterior fue causado por la reforma fiscal, aprobada al cierre del 2017, que permitió que la economía estadounidense creciera en 4.2% durante el segundo trimestre del año, nivel no visto desde 2014.

Cabe destacar que la expectativa de mayores tasas de la Fed disminuye la demanda de oro como activo de inversión, ya que no genera rendimientos. Asimismo, las mayores tasas fortalecen al dólar estadounidense, disminuyendo la demanda de los commodities, ya que los hace menos accesibles para inversionistas que tienen otras divisas. Así, durante el año se ha dado una correlación inversa de 86.8% entre el oro y el dólar.

En el año la aversión al riesgo se incrementó, ante las mayores tensiones comerciales y políticas a nivel global, mientras que la demanda por oro como activo refugio se mantuvo estable. La desvinculación del oro como activo refugio se dio por las decisiones contradictorias en temas políticos de la administración de Trump, así como sus posturas variantes con respecto al comercio. Es importante mencionar que el oro tiene una menor liquidez, por lo que los participantes del mercado no pueden cambiar de manera tan acelerada sus posturas y tenencias del metal. Lo anterior llevó a las tenencias de fondos de inversión o ETF’s respaldados por oro a tocar un mínimo anual de 67.07 millones de onzas troy.

No obstante, hacia octubre, el oro recuperó su propiedad de activo refugio, desvinculándose de su correlación inversa con el dólar estadounidense. Lo anterior se debió a la expectativa de un menor crecimiento económico global, causado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Cabe destacar que en el mes, se comenzaron a publicar indicadores económicos que apuntan a una desaceleración en el crecimiento económico global, empezando por el ajuste a la baja en las previsiones de crecimiento económico global del Fondo Monetario Internacional (FMI). El FMI recortó su expectativa económica para 2018 y 2019 de 3.9% a 3.7%. Asimismo, China publicó que durante el tercer trimestre el PIB del país creció a una tasa anual de 6.5%, siendo ésta su menor tasa de crecimiento desde 2009, mientras que el PIB de la Eurozona se desaceleró a 1.6% durante el tercer trimestre del año, siendo éste su menor crecimiento económico desde el 2014.

Si bien el precio del oro se mantiene bajo en comparación a como inició el año, se espera que éste vuelva a aumentar hacia el 2019. Es importante mencionar que el ciclo de crecimiento económico estadounidense pudiera estar llegando a su fin, mientras que existen riesgos de que la economía global se pueda enfrentar a una recesión. Por lo anterior, es probable que en el 2019, el precio del oro aumente hacia niveles de 1,270 dólares por onza.

Gabriela Siller Pagaza, PhD

 

Análisis Económico Banco BASE

 

 

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