Colaborador Invitado

El TMEC y las oportunidades para NL

Por Jesús Garza

A raíz de la pandemia el mundo ha observado un efecto de recomposición de proveedurías debido a los problemas relacionados el paro de actividades en el sector industrial. Las empresas manufactureras han comenzado la regionalización de los procesos productivos conocido en inglés como nearshoring. Aunado a ello, el TMEC que se renegoció elevó el contenido regional de manera importante lo cual beneficiará a la creación de industria de proveeduría local. Estos factores beneficiarán al estado de Nuevo León por su cercanía a los Estados Unidos y su integración industrial con ese país.

Será importante buscar más áreas de oportunidad para integrar aún más a las empresas de NL con los procesos productivos de EUA. Tradicionalmente las empresas grandes son las que exportan y están ligadas con los procesos industriales del vecino país. Es momento ideal de impulsar a las Pymes para que comiencen a obtener estos beneficios.

La economía de EUA experimentará un crecimiento importante este año. Algunos analistas indican que su economía crecerá alrededor de 7 por ciento anual. La expansión esperada para el estado de Texas es de cerca del 9 por ciento. Estas tasas de crecimiento están sustentadas por políticas monetarias y fiscales expansivas. Es decir, tasas de interés en un rango de 0 a 0.25 por ciento por un periodo de tiempo prolongado y apoyos fiscales de alrededor de 2 billones de dólares. Sin embargo, el componente más relevante es la inversión en infraestructura que será de cerca de 4 billones de dólares.

Lo anterior será muy positivo para el crecimiento potencial de EUA. Se espera que la tasa de crecimiento potencial de ese país se eleve a un promedio de 2.5 por ciento anual. Este factor, aunado al incremento sostenido en la inversión en tecnología e innovación, apuntan a un crecimiento importante, pero, sobre todo, a procesos productivos con remuneraciones altas para sus trabajadores. Además, la fuerte inversión en energías renovables, las cuales ya son más baratas que las fósiles, darán una ventaja competitiva a la industria estadounidense.

Así, las Pymes deben aprovechar esta coyuntura para integrarse aún más con la economía estadounidense. La falta de inversión doméstica puede suplantarse por la extranjera, además de compartir conocimiento tecnológico que seguramente tendrá externalidades positivas en el estado. Recordemos que la inversión doméstica ligó 25 meses en contracción recientemente y que algunos estudios indican que el PIB potencial del país se ubica por debajo de 2 por ciento, de 4.5 por ciento hace apenas algunos años. Una mayor integración comercial con el país vecino podría revertir esta tendencia.

El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido. Fue el economista en jefe para México de Itau BBA, director general adjunto de Organismos Financieros Internacionales en la SHCP e investigador en el Banco de México.

 

 

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