Colaborador Invitado

Es un honor morir por Obrador

* Ómicron hizo caer bolsas en Europa y Wall Street registra fuerte caída, pero no el optimismo moreno ni las ansias del "caudillo" de lucirse o lucrar con sus sorteos.

ACCIONES Y RAZONES/Efraín Klériga/Diciembre 1, 2021

Si decimos que a Andrés Manuel López Obrador le urgía semáforo verde para su mitin de aniversario, es la verdad «pero exageran»…

Hoy, hoy, hoy… Los feligreses, acarreados, los que llegan de a pollo y los de a huevo, irán armados con sus detentes y ojalá también gel y cubrebocas.

Imagínense… A cualquier otro presidente convocando mítines en un repunte de pandemia (y con Omicrón amenazando) la izquierda populista lo hubiese cocido a mentadas.

Una concentración masiva en la plancha de concreto que construyó Ernesto P. Uruchurtu, nada bueno es para la concordia, para la salud, para la economía.

Pero ahora los noroñas y otros maestros de la tragicomedia política: Bartlett, Gómez, Anaya, etcétera, tienen chamba pública o más presupuesto.

Para López, ómicron es: «información no confirmada (…) no hay todavía información sólida si esta variante es más peligrosa que las otras variantes…».

«Todavía no hay suficientes evidencias, nada más que ya hasta, como siempre, articulistas ya haciendo recomendaciones…», afirmó el macuspano.

La salud es otro de los campos en que López ha escondido las cuentas, aunque en el caso de los muertos siempre hay un cadáver que sale del clóset.

Difícil que trascienda si habrá o no contagiados durante el mitin que celebra el trienio, uno, donde la economía, seguridad, democracia y medioambiente, van en deterioro.

Pero no se celebrará que hay más homicidios que en otro primer trienio; no se celebrará que no ha habido crecimiento económico.

Tampoco que se recuperó el empleo formal gracias a la economía de exportación no a los milagros morenos y a sus programas electoreros.

Vivimos un regreso a la opacidad de los presidentes priistas anteriores a Ernesto Zedillo, donde el caudillo, el iluminado, el gurú, era el presidente.

Pese a los números mochos del súpersubsecretario Hugo López Gatell, trasciende que México lleva ya más casi 500 mil muertes por Covid.

A las cifras reales, más la sobremortalidad por Covid, hay que agregar los muertos que la información reclasifica como cáncer o diabetes.

Según Inegi la mortalidad por diabetes tuvo en 2020 un atípico repunte del 45 por ciento, una tasa de aumento muy por arriba de las anteriores.

«La tasa de mortalidad por diabetes para 2020 es de 11.95 personas por cada 10 mil habitantes, la cifra más alta en los últimos 10 años», reportó el Inegi.

Pero no sólo en la salud la información oficial es la más manipulada en los últimos 30 años, aún están los sorteos presidenciales y sus no premios.

«Hay que comprar boletos porque todas las utilidades son para obras de bienestar, de desarrollo, en beneficio del pueblo, ese es el plan», dijo el martes.

La institución se llama «Lotería Nacional, para la asistencia pública», su anunció sobra, pero el caradura llama a un nuevo sorteo sin haber entregado premios anteriores.

Y la pregunta del preguntón: ¿Quién construyó la casa que rifarán, quien era dueño de los terrenos, como garantizan que ahora sí entregarán todos los premios?

Suena bofo que el «Segundo Gran Sorteo Especial 252», rife una casa frente al mar, en Playa Espíritu, Sinaloa, y 200 lotes rústicos «frente a la playa»…

Pero es seguro que hoy hablará don López del enorme crecimiento y de que seguro, piensa, que ya amarramos a los perros con longaniza.

User007@mxpress.mx

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