Colaborador Invitado

¿Por qué el Euro vale menos que el Dólar?

Por Gabriela Siller

El euro se depreció en la madrugada hasta 1.0000 dólares por euro. En 2002 fue la última vez que estuvo por debajo de 1 dólar por euro y cotizó medio año entre 0.95 y 1.00. En esta ocasión la depreciación se debe a la afectación económica por la guerra y a la divergencia entre la postura monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo (BCE). Una cotización 1 a 1 con el dólar implica que los tipos de cambio del peso con el dólar y del peso con el euro son iguales, actualmente alrededor de 20.76 pesos.

El BCE tiene como objetivo mantener la inflación baja y estable alrededor del 2%. Para administrar la política monetaria cuenta con 3 tasas de interés: 1) refinanciamiento, 2) facilidad marginal de crédito y 3) depósito. Estas tasas se ubican en 0, 0.25% y -0.50%, respectivamente. Las primeras dos están en ese nivel desde 2016, mientras que la última desde 2019. Durante la pandemia, el BCE no movió sus tasas de interés, pero realizó compras mensuales de bonos. Es decir, inyectó dinero a la economía.

La zona del euro también enfrenta, igual que el resto del mundo, una alta inflación provocada por la pandemia. Sin embargo, con la guerra entre Rusia y Ucrania los precios de los energéticos han subido aceleradamente en Europa, presionando más a la inflación.

Ante la alta inflación, el BCE decidió terminar con las compras mensuales de bonos. Ya no compra activos nuevos, pero vuelve a comprar los que se vencen. Esto implica que la cantidad de liquidez no bajará hasta que dejen vencer y no re compren activos.

Para el BCE es un reto administrar la política monetaria en un entorno de alta inflación y afectación económica por la guerra. Además, el BCE no bajó sus tasas en 2020, lo que deja menor espacio para subirla para combatir la alta inflación.

La situación se complicó más con los diferentes movimientos de las tasas de interés, en donde algunos de los países de la zona del euro observaron presiones, distanciándose de la tasa media y creando condiciones de mayor divergencia.

Entre los países de la zona del euro se hace referencia siempre a Alemania, por ser el más relevante en términos económicos. Este país enfrenta una inflación a junio de 7.6%, la mayor desde 1974. A nivel zona del euro, la inflación se ubicó en junio en 8.6%, nuevo máximo histórico.

Estonia es el país con la inflación más elevada (21.9%), mientras que Malta es el país con la menor inflación (5.79%). 7 de los 19 países de la zona del euro tienen ya una inflación de doble dígito.

Se espera que en julio el BCE suba su tasa de interés en 25 puntos base y que haga otros dos movimientos más al alza de igual magnitud y uno de 50 puntos base. Con lo anterior, la principal tasa del BCE terminaría en un nivel de 1.25%. Esto contrasta con la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, quien ha subido su tasa este año en 150 puntos base y podría subirla 175 puntos base, para cerrar el año con una tasa de interés de 3.5%.

Con el alza acelerada en la tasa de interés de Estados Unidos el dólar se ha fortalecido, provocando depreciaciones para el resto de las divisas, más aún para las economías en donde su banco central, como es el caso de la zona del euro, no subirá su tasa aceleradamente este año.

Con esto, es posible que el euro continúe su depreciación frente al dólar, lo que implica que los productos y servicios en euros serán relativamente más baratos que los de Estados Unidos. ¿Las consecuencias? El turismo y comercio podría incrementarse, ayudando un poco a la zona del euro, pero agregando más presión a la inflación.

En el corto plazo será determinante para la cotización del euro el dato de inflación de Estados Unidos, la especulación sobre la política monetaria de la Fed, el alza en tasa del BCE y el tono de su comunicado.

Gabriela Siller es directora de análisis de Banco Base

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