Colaborador Invitado

¿Hasta cuánto puede crecer México?

Por Gabriela Siller Pagaza

México tiene una tasa de crecimiento promedio de los últimos 20 años de 2.5%, en donde el consumo representa la mayor partida y la cuenta corriente merma el crecimiento, medido a través del PIB. En la interrelación de las variables económicas existe una que parece activar más rápidamente el crecimiento no sólo del año en curso, sino en el largo plazo, incrementando inclusive el potencial: la inversión.

En México la inversión representa poco más del 20% del PIB y no ha ganado participación de manera relevante en el tiempo, debido al desempeño conjunto de la cuenta corriente (exportaciones e importaciones de bienes y servicios), cuenta de capital (inversión fija y de cartera), cambio en las reservas internacionales y errores y omisiones (cuenta de cuadre).

La inversión tiene como determinantes directos a las ventas (relación positiva) y a la tasa de interés (relación negativa) que a su vez dependen de otros factores económicos. Distintos modelos destacan el papel de la inversión como motor de crecimiento, siendo el de crecimiento endógeno el que parece explicar mejor el comportamiento de México. Este modelo dice que el principal limitante al crecimiento puede tener su origen en la balanza de pagos. En particular si existe una debilidad en la cuenta corriente en donde las importaciones tienden a crecer más rápidamente que las exportaciones se afecta al PIB y al empleo de los sectores de las importaciones. Como contraparte la cuenta de capital es superavitaria como resultado también de una mayor tasa de interés, debido al mayor riesgo de la economía (por el déficit en cuenta corriente) y también porque el negativo de la cuenta corriente se origina en el déficit fiscal.

En México, las exportaciones han mostrado un crecimiento importante desde 1994 con la firma del TLCAN pero también se ha dado un incremento en  las importaciones de bienes y servicios. Por su parte en la cuenta de capital destaca que las mayores alzas se han dado en la inversión de cartera y no en la inversión directa. Es decir, el comportamiento de la balanza de pagos de México parece estar mermando el crecimiento económico, en lugar de beneficiarlo.

Utilizando este modelo de crecimiento endógeno se calcula un crecimiento potencial de 4% por las restricciones de la balanza de pagos. Sin embargo, el crecimiento potencial no es el mismo que el pronosticado ya que existen factores en el corto plazo que afectan la producción. En este sentido en México como máximo puede crecerse a una tasa anual de 4% en el largo plazo, a menos que se tengan las condiciones necesarias para generar una mayor acumulación de capital y la diferencia con el crecimiento observado seguirá representando recursos ociosos o utilizados ineficientemente en nuestra economía.

 

Gabriela Siller Pagaza, Directora de análisis económico-financiero de Banco Base

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