¿Seguirá apreciándose el peso?
Por Gabriela Siller
Históricamente el peso tiende a apreciarse en enero y a tener una menor volatilidad en febrero, una vez que se ha estabilizado después de los ajustes de inicio de año.
El tipo de cambio inició el año al alza y cotiza actualmente alrededor de 13 pesos por dólar. Generalmente el peso se aprecia en enero, pero los primeros días hábiles del año tiende a mostrar un comportamiento mixto, como consecuencia de la baja liquidez del mercado. A medida que el mes avanza se incorporan más participantes y se empiezan a publicar datos económicos, los cuales permiten que el tipo de cambio tome un rumbo definido.
Durante 2013 la apreciación del peso en enero fue de 1.13%, en el 2012 de 6.39% y en el 2011 fue 1.77%. Del 2000 a la fecha la apreciación promedio de enero se estima en 0.60% y sólo en el 2006 y en el 2012 mostró apreciaciones en ambas quincenas del mes, probablemente como ajuste tras la depreciación mostrada durante el cambio de gobierno. En el resto de los años las apreciaciones de enero resultan de una subida del tipo de cambio al inicio del año, seguida de una disminución más que proporcional. O bien, de una disminución marcada los primeros días, seguida de un ligero ajuste al alza.
Cabe destacar que en el 2013 el peso perdió valor como consecuencia de salidas de capital de México por la expectativa del recorte de estímulos de la Fed y el cambio en la expectativa económica de México. Así, la menor oferta de dólares se tradujo en un mayor precio del dólar.
Este año se espera que la economía mexicana muestre un mayor dinamismo, lo cual seguirá generando un incremento en la demanda de valores, sobre todo gubernamentales. Además, la mayor entrada de inversión extranjera directa asociada a la reforma energética también propiciará una mayor oferta de dólares. Por el contrario, la expectativa de que los recortes de estímulos de la Fed continuarán podría detener la rápida apreciación y causar movimientos erráticos en las fechas cercanas a los anuncios de política monetaria.
Para febrero también se esperan disminuciones en el tipo de cambio, ya que de manera históricamente febrero es el mes con menor volatilidad. Además, en febrero toma Janet Yellen la presidencia de la Fed, lo cual en teoría no debería mover al tipo de cambio, pero en la práctica puede generar un renovado optimismo que le de impulso al movimiento de capitales.
Gabriela Siller Pagaza, PhD, Directora de Análisis Económico Financiero de Banco Base