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Inversionistas quieren que México “brille” en América Latina

8 de mayo 2014.- Los mercados internacionales de capitales necesitan una “reina” en América Latina y Brasil ya no lo es, mientras que la economía mexicana conserva algunas ventajas, un crecimiento estable y las recientes reformas, afirmó Rafael Amiel, director de Economía para América Latina de IHS.

Aunque los resultados de las reformas emprendidas recientemente solo se verán después de 2018 y el pronóstico de crecimiento es del cuatro por ciento para 2015, según el analista, México está destinado a ser el país que “brille” a corto plazo.

Así lo afirmó en el marco de la conferencia “Perspectivas de la economía mexicana”, en la Universidad de Monterrey, en donde participaron durante el día expertos de IHS para presentar una evaluación de los desarrollos y tendencias de la industria automotriz y de la economía mexicana.

Reunidos con ejecutivos de diferentes empresas de la localidad, en la Sala de Eventos del Centro de la Comunidad Universitaria, Amiel describió a México como el escenario que los inversionistas están buscando para los próximos años.

“Hay un poco de profecía autocumplida al decir ‘queremos’: queremos a alguien que brille en América Latina para invertir nuestro dinero; Brasil ya no brilla; entonces, forzosamente queremos que nos guste alguien, que se ponga de moda, porque tenga buenos rendimientos y que aumente el retorno financiero de eso”, manifestó.

El economista señaló que México tiene ventajas sobre Brasil en el sentido de que la economía mexicana no está tan controlada como la brasileña.

“En una conversación con las armadoras de Brasil, la palabra ‘gobierno’ sale cada dos minutos; en México, la industria automotriz se ha quejado de la reforma fiscal y de otras cosas, pero en general andan solos”, reconoció.

Sin embargo, aunque el país no tiene ese tipo de problemas, Amiel destacó que están pendientes algunos temas como el de la institucionalidad, la corrupción, el aumento de infraestructura y la capacidad de ejecutar planes a más largo plazo.

De hecho, el pronóstico de la tasa de crecimiento de cuatro por ciento para el próximo año se basa, más que por las reformas, por el “contagio positivo” de la actividad económica en los Estados Unidos.

“Estimamos que la reforma energética puede empezar a traer nuevas inversiones en la segunda mitad de 2015 y si hablamos de producción de petróleo, no estamos hablando de antes de 2018; los tiempos son de invertir, de explorar y extraer el petróleo, es un tiempo más largo”, explicó.

Adicionalmente, indicó que se espera que el desarrollo en la industria petrolera detone la inversión en diferentes sectores, como ha pasado con Brasil y Colombia.

En su participación, Guido Vildozo, director asociado del área Automotriz para América Latina de IHS, previó un monto de inversión en el país de diez mil millones de dólares, luego de concluir el proceso de instalación de cuatro armadoras nuevas en la zona del Bajío.

“No cabe la menor duda de que México llegará a ser un polo productivo grande; está en el radar de la industria automotriz; vemos que en algún momento, entre 2016 y 2018, México ascienda del noveno al sexto o el séptimo armador más grande del mundo, sobrepasando a Brasil”, aseguró.

Para este analista de la industria automotriz, México continuará siendo uno de los principales exportadores, aunque vio la necesidad de incentivar el mercado interno y no poner todo en una sola “canasta de huevos”, que es Estados Unidos.

“Desde el punto de vista de producción vamos a llegar a una cifra récord: la expectativa es que podamos cerrar cerca de 3.2 millones de unidades, ya que tenemos tres plantas nuevas, (…) vemos que en cuestión de tres años más, tan pronto estas plantas empiecen a dar dos o tres turnos, llegaremos aproximadamente a cuatro millones de unidades”, estableció.

En el seminario, también participaron Hanna Luchnikava, Andrej Divis, Paul Robinson, Pedro Martínez y Patricia Urias, analistas en diferentes áreas de IHS.

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