Colaborador Invitado

La inflación de abril

Por Gabriela Siller

La inflación de México continuó al alza durante abril, ubicándose en una tasa interanual de 5.82%, superando las expectativas del mercado y siendo el nivel más alto desde mayo de 2009. El incremento de la inflación general se debió principalmente a un fuerte avance de la inflación subyacente a una tasa mensual de 0.45%, la más alta para un mes igual desde 2001 y más del doble de la inflación subyacente mensual de hace un año, la cual se ubicó en 0.22 por ciento.

El incremento de la inflación subyacente se concentró en el subíndice de mercancías que subió a una tasa interanual de 6.05% y una tasa mensual de 0.60%. Al interior de la inflación subyacente, el subíndice de las mercancías de alimentos, bebidas y tabaco muestra el mayor incremento, avanzando a una tasa interanual de 6.77% y una mensual de 0.64%

Por otro lado, la inflación subyacente de servicios se ubicó en una tasa interanual de 3.59% y una tasa mensual de 0.32 por ciento.

En contraste con la inflación subyacente, la inflación no subyacente mostró un retroceso mensual de 0.84%, ubicándose en una tasa interanual de 9.25%. En el subíndice de productos agropecuarios se observó un incremento mensual de precios 1.87%, ante un incremento de 3.53% mensual en los precios de las frutas y verduras. Por el contrario, los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno retrocedieron a una tasa mensual de 2.42%, ante una caída de 3.94% en los precios de los energéticos.

La inflación de la segunda quincena de abril fue más preocupante, pues se ubicó a una tasa interanual de 6.01% (nivel no visto desde la primera quincena de mayo de 2009) y a una tasa quincenal de 0.27 por ciento.

Por otro lado, el índice de precios al productor mostró un incremento interanual de 8.75% cuando se excluye el precio del petróleo, retrocediendo a una tasa mensual de 0.39% durante abril. Este índice alcanzó una tasa interanual de 9.81% en enero (cuando el tipo de cambio tocó un máximo nominal de 22.03 pesos por dólar), bajando de ese nivel durante los siguientes tres meses de manera consecutiva (febrero, marzo y abril).

Se pueden obtener dos conclusiones de los resultados de inflación de abril:

La inflación subyacente sigue mostrando que todavía existe un traspaso de la depreciación del peso hacia niveles de precios. No obstante, se trata de un traspaso con rezago, ya que ante el crecimiento estable del consumo durante el primer trimestre, los productores han decidido trasladar sus costos cambiarios paulatinamente a los consumidores, a pesar de que los precios al productor han dejado de verse presionados al alza como ocurrió en 2016 y particularmente en enero de este año. Si se consideran los precios al productor incluyendo petróleo, el índice de precios muestra cambios mensuales negativos durante marzo y abril.

Es importante agregar que en el índice de precios al productor, el subíndice de precios para la industria alimentaria ha mostrado un crecimiento mensual sostenido desde agosto de 2016 a la fecha, acumulando un incremento de 6.88% en esos 9 meses. En comparación interanual, el índice de precios de la industria alimentaria muestra un incremento de 6.53% al mes de abril.

Por otro lado, la inflación no subyacente muestra un importante incremento en los precios de los productos agropecuarios, particularmente frutas y verduras, sin que esto represente una amenaza para los objetivos de inflación a largo plazo. Sin embargo, mayores precios de productos agropecuarios pueden tener incidencia sobre los costos de la industria alimentaria, costos que más adelante pueden seguirse trasladando al consumidor, haciéndose evidente también en el índice de precios subyacente.

Haciendo una comparación, durante los primeros cuatro meses de 2017 la inflación general acumulada es de 3.04%, por arriba del acumulado de 0.65% para el mismo periodo del año anterior y del 0.25% acumulado en los primeros cuatro meses de 2015. La inflación acumulada hasta ahora en 2017 es la más alta en registro desde los primeros cuatro meses del año 2000 cuando la inflación al cierre del año fue de 8.96%, antes de que Banco de México adoptara formalmente el esquema de objetivos de inflación que fue definido como 3% hasta 2002.

En función del indicador más reciente de inflación para México, Banco Base revisa su previsión de inflación para 2017 de 5.3% a 5.8 por ciento.

Cabe señalar que una inflación creciente podría comenzar a mermar el consumo que representa más del 50% del PIB, lo que a su vez podría frenar el crecimiento económico. Es importante señalar que el consumo como parte del PIB creció a una tasa anual promedio de 2.8% durante 2016, siendo uno de los motores de crecimiento a la par de las exportaciones.

 

Gabriela Siller Pagaza, Directora de análisis de Banco Base

gsiller@bancobase.com

 

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