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Aprueban fusión de Holcim y Lafarge

7 de abril.- Las juntas directivas de la francesa Lafarge SA y la suiza Holcim Ltd. aprobaron el fin de semana una fusión que crearía la mayor empresa de materiales de construcción del mundo con un valor de mercado del orden de los $50 mil millones de dólares, informó una persona al tanto de la situación. La unión sería, en parte, una reacción a la prolongada debilidad del negocio del cemento en Europa y la desaceleración de la construcción a nivel global.

Se prevé que los máximos ejecutivos de Holcim se encuentren en París el lunes para anunciar la fusión.

Estas empresas son pilares del desarrollo moderno, al brindar las materias primas para la urbanización en todo el globo, desde rascacielos en Filipinas hasta un centro comercial y un complejo residencial en Marruecos. Medido por volumen, los más de 7.000 millones de habitantes del mundo consumen más cemento que cualquier otro commodity, salvo el agua.

El acuerdo, sin embargo, podría enfrentar importantes trabas antimonopolio. Las compañías están preparadas para vender activos con el fin de lograr la aprobación de los reguladores, añadió la fuente.

Lafarge y Holcim son actores dominantes en materiales como el cemento y el asfalto, que se usa en la pavimentación de carreteras. Puesto que su producción es barata pero su transporte es caro, el mercado del cemento es principalmente local y las empresas se han expandido en muchos de los mismos mercados.

El grupo combinado tendría una participación de mercado de 60% en Francia, Canadá y Marruecos y de 30% en Estados Unidos. El nuevo gigante tendría ventas totales de casi US$43.000 millones, y superaría ampliamente a rivales como la alemana HeidelbergCement AG, que factura US$18.000 millones, y la mexicana Cemex SAB, con ventas de US$15.000 millones.

Un portavoz de Cemex declinó opinar sobre el tema. No se pudo contactar a un vocero de Heidelberg.

En el caso de Holcim, América Latina representó 16,5% de sus ventas globales el año pasado. El fabricante suizo tiene 27 plantas de cemento y más de 11.000 empleados repartidos en la región, con presencia en Brasil, México, Argentina, Chile Colombia, Ecuador, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. A su vez, Lafarge derivó 5,7% de sus ventas de la región, donde tiene 16 plantas y más de 2.500 empleados, con presencia en Brasil, México, Ecuador, Honduras y Jamaica.

Nacidas en Europa hace un siglo, Lafarge y Holcim se internacionalizaron y obtienen más de la mitad de sus ingresos de afuera de Europa y América del Norte. Sin embargo, algunas de sus mayores apuestas no han dado los resultados esperados. Muchos proyectos de construcción en India, por ejemplo, han sido aplazados de cara a las elecciones generales de este mes.

Holcim y Lafarge, los dos mayores fabricantes mundiales de cemento, han tenido problemas de exceso de capacidad y el débil crecimiento de la construcción en Europa, que no se ha recuperado de la crisis de la deuda y el colapso del mercado inmobiliario español. Las empresas también afrontan una menor actividad de la construcción en algunos países en desarrollo, donde ambas invirtieron grandes sumas.

La gran envergadura de ambas compañías significa que van a afrontar importantes obstáculos regulatorios, en particular en EE.UU. y Europa, indicó Ian Osburn, analista de Cantor Fitzgerald, en Londres.

La Unión Europea ya investiga la adquisición por parte de Holcim de una serie de plantas de cemento en Alemania que estaban en manos de Cemex, así como la combinación de los activos de Holcim y Cemex en España, que deja a los suizos con una cuota de mercado de 25%. Bruselas advirtió en octubre que el acuerdo previo podría reducir la competencia en partes de Alemania y Bélgica donde ambas firmas compiten. La Comisión Europea también investiga si Holcim, Lafarge y otras seis empresas operaron un cartel del cemento y productos relacionados a partir de diciembre de 2010.

Osburn, el analista de Cantor Fitzgerald, estima que las empresas tendrían que vender unos 4.000 millones de euros en activos (US$5.500 millones) para aplacar las inquietudes de los reguladores antimonopolio. «Habría algunos graves problemas antimonopolio que exigirían la venta de activos importantes, pero puede ser un precio que los accionistas están dispuestos a pagar», señaló.

La nueva firma tendría sede en Suiza y sería encabezada por el presidente ejecutivo de Lafarge, Bruno Lafont, indicó la fuente.

AGENCIAS

 

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