López quiere electrocutar a la democracia
Queda claro que ni AMLO, ni Lázaro Cárdenas, ni López Mateos, ni CFE son Patria y que la Contrarreforma Eléctrica cambiaría desarrollo por control político.
ACCIONES Y RAZONES/Efraín Klériga
La cacocracia o régimen de Andrés Manuel López Obrador ha destruido logros de varias décadas y va por más en su regreso al Siglo XX.
Cacocracia viene «del griego kakós (‘malvado, malo’) y el elemento-cracia (‘gobierno, poder’), es el gobierno de los malvados», señala la Fundéu-RAE.
Y el gobierno de López Obrador y la Pandemia nos han caído como anillo al cuello, que no al dedo, como sugería don Tartufo en marzo de 2020.
Cuando ya corrió la mitad del sexenio, decir que los funcionarios del escalafón de la Cuarta Transformación mienten por sistema, ya es perogrullada.
La Contrarreforma Eléctrica de Tartufo —como le apodó el Jefe Diego— tiene una doble intención: más herramientas de coerción y debilitar a la oposición.
No es chistoso que no haya oposición, críticos, disidentes, sino adversarios… Es decir, para él quienes se oponen o critican su camino al socialismo polpotista, son enemigos.
Primero, busca un monopolio estatal de la energía eléctrica, sin controles, como fue hasta 1992, año en que el monopolio comenzó a caer mientras la capacidad de producción crecía.
En 2002, cuando inicia fuerte la inversión privada en la electricidad, México generaba 15.7 millones de megawatts-hora mensuales, en 2018 se alcanzaron 23 millones Mw/h.
Ahora que Rocío Nahle, habla de cifras, olvida decir que la Sener no hace públicos desde hace tres años datos de generación de electricidad en el Sistema de Información en Energía.
El discurso de López para defender la Reforma sería de risa de no ser porque su intención es llevarse de encuentro a la endeble democracia que lo hizo presidente.
Tartufo llama a defender a la Patria, lo que interpretando el discurso, nos lleva a que, «Patria» es él y su deseo de regresar al Estado hegemónico del viejo PRI.
En el mismo tono pondera como el meollo de «la Patria», a las expropiaciones petrolera y eléctrica, de Lázaro Cárdenas del Río y Adolfo López Mateos, respectivamente,
Cárdenas del Río, más allá del mito, fue el fundador del Estado Hegemónico que mantuvo 66 años en el poder, primero al PRM y luego al PRI.
Simpatizante de Stalin y Hitler, Cárdenas del Río fue creador de Pemex, y de sindicatos como CTM, CNOP, CNC, SNTE, que formaron como «sectores» del Partido.
El cardenismo culminó su sexenio con altos niveles de pobreza, baja producción petrolera y con el llamado «fraude patriótico», que despojó del triunfo a Juan Isidro Andreu Almazán.
La «expropiación eléctrica» de López Mateos estuvo tan mal hecha que, 49 años después, fue Felipe Calderón quien liquido a la empresa expropiada.
Cacocracia, significa el gobierno de los ineptos, y de eso 4T, ha dado ejemplos acabados destruyendo la economía, salud, educación y empleo.
Cacocracia también es la torpeza de la ingeniera química Nahle, quien conoció la industria de la energía en compras de Pemex: «En tiempo de invierno no van producir la (energía) solar o eólica», dijo.
Alguien debería decirle que «foto» significa luz y que el sol tiene la costumbre de iluminar todos los días y hay regiones donde viento hay todo el año y más en invierno.
El peligro no es lo que dice don Tartufo, sino que intenta montar una dictadura estilo socialismo bolivariano que, en 20 años, llevó a Venezuela, del país más rico, al más pobre en América Latina.
Paras eso divide a la sociedad y busca que unos ataquen a otros mientras el mira y se empodera.
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