INTERNACIONALES

Amenaza China industria manufacturera en Latinoamérica.- Novegil

MONTECARLO, 7 de julio de 2013.- La bonanza económica que en la última década impulsó el crecimiento de América latina parecería que no nubló la vista de los gigantes del acero, que comienzan a transformar en grito aquella voz que advertía sobre la sostenida degradación de la industria metalmecánica en la región y la consecuente destrucción de millones de empleos.

En entrevista con el periódico La Nación de Argentina, uno de sus máximos referentes, el argentino Daniel Novegil, CEO de la multinacional Ternium (Grupo Techint), reveló cifras alarmantes de un estudio que deja en evidencia el daño de las exportaciones chinas a la masa laboral de las compañías metalúrgicas latinoamericanas.

Novegil, que fue jurado del premio al Emprendedor del Año de Ernst & Young (EY), que se entregó en Mónaco, dijo que esa cadena de valor se encuentra amenazada por la importación récord de productos manufacturados que llegan desde China y causan un déficit de US$ 64 mil millones.

Descontracturado, con corbata, sin saco y sentado a una mesa en uno de los mejores hoteles monegascos, el líder de Ternium no entró en rodeos y, con una batería de cifras, se enfocó con celeridad en América Latina.

«En la región tenemos una demografía muy atractiva con 600 millones contra mil 300 de China, mil 200 de la India y 500 del sudeste asiático. En cuanto al ingreso per cápita, la región tiene el más elevado respecto de los mencionados con US$ 9 mil 700 -China, US$ 6 mil 100; India, US$ 1 mil 500, y los países del sudeste asiático, US$ 4 mil 100-.

Pero China, después de 30 años de crecimiento a tasas de 10 por ciento o más [como en 2007, que creció el 14,2%], hoy avanza 7,5%; y eso no es bueno.»

-¿Por qué?

-Porque puede tener impacto en los precios de las commodities , como energía, soja y minerales, relevantes para la economía de la región. Estados Unidos crece 2%, lo que es razonable; Europa está muy mal, y América latina crece a tasas bastantes altas, con los países grandes creciendo 3% (la Argentina, México y Brasil) y los laterales, a tasas más altas todavía.

-¿Cómo influye esta realidad en su sector?

-Lo estamos evaluando. Hicimos un estudio en cuatro etapas en Alacero (Asociación Latinoamericana del Acero) para evaluar el comportamiento de la industria metalmecánica, que utiliza nuestros productos. Ya tenemos tres de esos informes y en noviembre tendríamos el cuarto.

 

-¿Y con qué se encontraron?

– Bueno, con la primarización de las economías que hace que a precios de commodities altos haya una tentación de producir menos productos industriales; apreciación de la moneda local, y pérdida de la competitividad industrial.

-¿Dónde se hace evidente este fenómeno?

– Esto se da muy llamativamente en Brasil y en México. En Brasil, la industria cayó del 19% del PBI al 13%. En México cayó de 20% a 17%. Esto es grave. La Argentina tuvo una buena performance: en una década se mantuvo entre el 17% y el 18% del PBI. No perdimos industria, pero sí lo hicieron fuertemente México y Brasil.

-¿Cuáles son las causas de ese deterioro?

– La Argentina, México, Colombia y Brasil tienen un déficit muy fuerte de balance comercial metalmecánico con China, que llega a los 64.000 millones de dólares en 2011 [N. de la R.: en 2003 era de US$ 8000 millones].

-¿Cuál es el impacto?

– Es muy fuerte. Para que nos hagamos una idea, cada millón de dólares metalmecánico que se importa implica la pérdida de 60 empleos. Si hacemos la cuenta, resulta que América latina perdió cuatro millones de empleos por las importaciones chinas.

– ¿Es el mismo problema que tiene la industria norteamericana? De hecho, el mes pasado los empresarios del acero le pidieron al presidente Obama que presione a su par Xi Jinping.

– No tengo esas cifras, pero es exactamente el mismo problema. Es una situación grave. Nuestra región tiene masa crítica de demografía, tiene ingreso per cápita adecuado, instalaciones eficientes para producir acero, mineral de hierro; es decir, todos los requisitos para tener una muy buena industria del acero. Por eso tendría que tener correlativamente una eficiente industria metalmecánica. No la tiene por esas masivas importaciones chinas fundamentalmente en condiciones de dumping.

– ¿Qué recepción tuvo el informe de Alacero en los bloques comerciales o en los gobiernos de la región?

Tuvo muy buena receptividad en todos los países. Causó asombro, sorpresa, preocupación, pero se están empezando a esbozar políticas industriales que defienden a las empresas de prácticas desleales, que a su vez protegen el empleo y también la educación porque son trabajadores altamente capacitados.

¿La región está preparada para esa defensa?

-Soy muy optimista con América latina. Hay democracia, buena demografía, buen ingreso per cápita, tiene recursos naturales. El gran desafío que tiene la región es la reindustrialización y vender productos con valor agregado.

-¿Y con la Argentina?

-También soy optimista sobre la Argentina; es parte de la región. Pero debemos consolidar la integración regional y la definición de políticas públicas que sean relativamente coherentes entre los países que apunten a un desarrollo ordenado, equilibrado y que agregue valor. Personalmente veo la crisis de la globalización en favor de la regionalización.

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