Economia y Politica

Ofrece México ventajas a industria automotriz de EUA

1 de junio de 2017.- México ya es una potencia automotriz en su propio derecho: es cuarto en el ranking de los exportadores de automóviles, llegando inmediatamente después de los tres mejores jugadores, Alemania, Japón y los EUA. (datos de 2015, Centro de Comercio Internacional; Noveno lugar, con cifras ligeramente inferiores a las del Reino Unido).

Para aquellos que piensan que México no es más que un exportador de servicios turísticos de calidad o magníficas artesanías, esta información es quizá sorprendente.

Los datos de 2015 mostraron que se fabricaron casi 3.5 millones de vehículos, en comparación con 17.4 millones en Estados Unidos. México representa el 21% de la capacidad de producción de los países del TLCAN, vendiendo entre 70% y 80% de su propia producción a sus socios. Más de la mitad son exportados por las tres grandes marcas estadounidenses con sede en el país.

México ha realizado un esfuerzo significativo: tiene cinco centros de investigación público-privados centrados en el sector del automóvil. Nuevo León y otros estados del Norte han mejorado notablemente su nivel de vida gracias al desarrollo de la industria automotriz.

Decisiones de inversión

Indudablemente, la industria automotriz estadounidense calculó los costos con respecto a lo que significaría un acuerdo de libre comercio.

Merece la pena considerar la posibilidad de transferir a México aquellas partes del proceso de fabricación que requirieran mayor fuerza de trabajo, diseñando una estrategia consistente en una lanzadera permanente entre los centros de fabricación de ambos países.

Para los grandes fabricantes de automóviles, un buen acuerdo podría permitirles reducir los costos del producto que más se identifica con el estilo de vida norteamericano.

Tomando como ejemplo un vehículo pequeño / mediano, una agrupación muy general de los diferentes elementos de coste permitiría la siguiente comparación con los Estados Unidos (cifras promedio muy estimadas):

– Planta de montaje (mano de obra): $600 dólares menos en México

– Componentes (fabricados en México): $1,500 dólares menos en México.

– Transporte al mercado estadounidense: $900 más más de México.

– Derechos de importación en los Estados Unidos: Nil.

En resumen, el TLCAN puede generar ahorros de $2,100 dólares transfiriendo el montaje y la fabricación de ciertos componentes a México. Dicho esto, el envío en el vehículo más tarde al norte recorta esta ventaja en $900 dólares a $1,200 dólares (esta última cifra es un promedio particularmente impreciso, dado que las distancias de destino en los Estados Unidos pueden variar mucho).

En cualquier caso, para un vehículo que se vende entre $15,000 a $18,000 dólares de los EUA, la gestión hábil de la inversión y los costos abre la puerta a algunas posibilidades competitivas muy interesantes.

El ejemplo es aún más significativo si imaginamos que el destino del vehículo era algún mercado europeo. El mismo vehículo enviado desde los Estados Unidos estaría sujeto a un arancel de importación a su llegada a Europa, mientras que si procede de México se beneficiaría del acuerdo de libre comercio con la UE.

Las ventajas en términos de ensamblaje y componentes son las mismas, aunque el transporte desde un puerto mexicano sería más caro – y se estima $300 dólares más – que desde un puerto estadounidense. Pero en este caso, el elemento diferencial decisivo es el trato aduanero en la UE.

El precio del vehículo enviado desde los Estados Unidos estaría sujeto a un arancel de importación que, con toda probabilidad, lo haría salir del mercado (Informe del Centro de Investigación Automotriz, Ann Arbor, julio de 2016).

Estímulo

Todos los grandes fabricantes mundiales de automóviles están instalados en México. El país no ofrece un programa predeterminado de subsidios para atraer inversionistas al sector, ciertamente no en cuanto a incentivos fiscales.

En general, el gobierno federal designa a un funcionario para colaborar con el inversionista en su búsqueda de la tierra apropiada y aclarar cualquier posible dificultad administrativa con las oficinas y agencias del propio gobierno federal y del estado que finalmente se elija.

Esta ayuda es clave, porque los procesos administrativos y los sistemas tributarios locales en México pueden causar retrasos o producir sorpresas inesperadas.

Ventajas públicas

Por separado, hay ventajas públicas indirectas importantes de las que un inversor puede beneficiarse. Por ejemplo, en el ámbito de la formación profesional o el suministro de alguna infraestructura necesaria para un complejo industrial. El apoyo de las autoridades es casuístico y la evaluación político-social de un proyecto puede generar incentivos generosos.

 

Staff ReportAcero

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