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La depreciación del euro presiona a Reino Unido

26 de marzo de 2015.- La depreciación del euro, que persigue favorecer el crecimiento económico y la inflación en la zona euro, se ha convertido en una fuente de presión para la economía del Reino Unido. Aparentemente, la economía británica muestra un sólido rendimiento: en 2014 creció un 2.6%, la mayor tasa del G-7, y redujo el desempleo hasta el 5.7%, un nivel equivalente a 2008. Pero para preservar este firme crecimiento económico, basado en gran medida en el consumo interno y el desequilibrio de la balanza comercial, Gran Bretaña quiere mejorar su productividad y las exportaciones.

Queda un largo camino por recorrer para reequilibrar la economía británica. El Reino Unido sigue siendo un importador neto y la complicada situación de la zona euro, el socio comercial más importante del Reino Unido, ha contribuido al aumento del déficit comercial hasta 34.800 millones de libras esterlinas en 2014.

La apreciación constante de la libra frente al euro, que ha alcanzado en marzo su nivel más elevado desde 2007, perjudica a las empresas que dependen de la exportación, ya que encarece sus productos y presiona sus márgenes de beneficio. El precio de las importaciones europeas también ha disminuido, lo que perjudica a los fabricantes nacionales. Los hogares británicos ven crecer su poder adquisitivo frente a los productos originarios de la zona euro, lo que probablemente incrementará las importaciones y ejercerá aún más presión sobre la balanza comercial.

En un entorno de bajo crecimiento de la zona euro, es probable que el euro continúe su depreciación frente a la libra. El Banco de Inglaterra prevé que la economía británica crezca un 2,9 % en 2015, la mayor tasa de crecimiento en casi diez años. El descenso del precio del petróleo, el bajo nivel de inflación y el incremento de los sueldos están inyectando más dinero en los bolsillos de los consumidores y las empresas, lo que ejerce una presión al alza adicional sobre la libra.

En este entorno, ¿Cómo puede la economía británica mejorar sus ventas al exterior? Los problemas que plantea la depreciación de la moneda única van más allá de la zona euro, pues países europeos como Bulgaria, Dinamarca o varios países del centro y oeste de África vinculan sus divisas al euro como medida de seguridad frente a las fluctuaciones del tipo de cambio. También Suiza, que recibe el 7% de las exportaciones del Reino Unido, o Suecia, han ajustado sus políticas monetarias para mitigar el efecto de la caída del euro. Las divisas de estos países pierden valor frente a la libra, generando la misma problemática para las compañías británicas que la zona euro.

Para incrementar sus exportaciones, el tejido empresarial británico está obligado a fijarse en mercados emergentes de rápido crecimiento para sentar las bases de una recuperación sostenible, reequilibrada e impulsada por las exportaciones. La tasa de crecimiento de las exportaciones a los mercados emergentes ya ha superado a la de la zona euro. Desde 2007, la cuota de exportaciones británicas a la zona euro ha caído del 51% al 42%, mientras que las exportaciones a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica han aumentado del 6% al 9%.

 

Sin embargo, queda aún mucho camino por recorrer. China es el único mercado emergente entre los diez destinos principales de la exportación británica y las perspectivas de exportación a este país están disminuyendo, ya que su crecimiento está ralentizándose. Aparte de Estados Unidos, los principales mercados británicos están en Europa Occidental. El incremento del comercio con nuevos mercados ofrecerá a la economía británica una protección natural para sus empresas,  diversificando los riesgos cambiarios.

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