Colaborador Invitado

Los precios y el tipo de cambio

Por Gabriela Siller

En el 2009 las empresas lidiaban con un tipo de cambio volátil en un entorno recesivo muy incierto. En ese año el tipo de cambio alcanzaría un máximo de 15.58 pesos en marzo con una volatilidad anualizada de 42%.

Seis años después el tipo de cambio vuelve a alcanzar (y superar) máximos históricos, aunque con una menor volatilidad, debido a que la incertidumbre radica principalmente en la fecha en que la Fed subirá su tasa este año. Ante el desconocimiento de la trayectoria del tipo de cambio en el corto y en el largo plazo, las empresas no saben qué medidas tomar para fijar precios, sobre todo las importadoras o las que tienen que pagar al menos una parte de sus insumos en dólares.

No es fácil la decisión ya que por una parte absorber el incremento en el tipo de cambio resulta en mayores costos y por otra parte incrementar los precios incrementa el riesgo de perder mercado.

Para las empresas, lo más recomendable es fijar precios tomando escenarios de corto plazo (trimestrales) suponiendo intervalos de fluctuación en el precio del dólar. Un ejemplo sería fijar precios asumiendo que el tipo de cambio para abril fluctuará entre 14.80 y 15.30 pesos por dólar. Si el tipo de cambio sube de esos niveles de forma persistente entonces se pondrá un nuevo intervalo, en donde el mínimo será el máximo del intervalo anterior (15.30 pesos) y el nuevo máximo se calculará sumando la diferencia del máximo y mínimo del intervalo anterior (15.30 menos 14.80 igual a 50 centavos) al mínimo del nuevo intervalo (15.30 más 50 centavos igual a 15.80 pesos). Entonces el nuevo intervalo sería de 15.30 a 15.80 pesos por dólar, el cual supone un incremento en el tipo de cambio de 3 por ciento, calculado como la diferencia entre los máximos de los dos intervalos y dividido entre el máximo del nuevo intervalo. De esta forma, el incremento en precios en el corto plazo deberá de ser como máximo de 3 por ciento, multiplicado por el porcentaje que representa el costo de ventas.

 

Utilizando este método los clientes no sentirán que la empresa se está aprovechando del entorno y el bajo porcentaje de incremento no será significativo, pero sí ayudará a que la empresa no incremente sus costos. Además, si la empresa se encuentra en un sector donde los bienes son considerados de lujo, o donde el margen es grande se recomienda incrementar menos que el porcentaje calculado para disminuir el riesgo de pérdida de mercado. Probablemente por lo anterior no se ha dado un efecto notable de traspaso hacia la inflación al consumidor.

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